El chico no podía resistirse a las tentadoras curvas de la culona vecina que siempre lo saludaba amablemente en el pasillo.
Ay, te equivocaste de hoyo. ¡Sacala! sacala que me duele ¡Aaaah!.. te dije que POR EL CULO NO porque se entera mi marido. Ouch! Ow!, anal doloroso