El amigo, con su magnetismo tentador y gestos llenos de pasión, encendía la llama de la atracción en el aire íntimo del apartamento.
El amigo, con su presencia magnética y su voz seductora, era una presencia constante en el apartamento, siempre generando momentos intensos y llenos de pasión.
El amigo, con su presencia magnética y su voz seductora, era una presencia constante en el apartamento, siempre generando momentos intensos y llenos de pasión.