La hijastra de Miguel se retorcía de placer mientras él la penetraba en la cama, disfrutando cada momento de su estrecho y húmedo coño.
La madrastra de su amiga gemía cada vez más fuerte mientras él le chupaba el clítoris, sintiendo cómo se retorcía de placer debajo de él.
La joven se estremeció cuando sintió las manos fuertes del hombre en sus ca deras, mientras la empujaba contra la pared del apartamento.