La madrastra de su amiga se había vuelto su amante secreta, y su apretada intimidad era una adicción que no podía resistir.
La estrecha intimidad de la hijastrastrastra estaba hambrienta de placer, y su padrastro estaba más que feliz de alimentarla.
La colegiala se acercó lentamente a su novio, deslizando sus manos por su cuerpo mientras comenzaba a explorar cada rincón de su intimidad.