La madrastra de su amiga se había ofrecido a ayudarle con las tareas del hogar, pero su escote pronunciado lo distraía demasiado.
La atracción entre el estudiante y la madre de su amiga era un secreto que solo el apartamento guardaba.
La madrastra era tan apretada que cuando intentó entrar, no pudo hacerlo y tuvo que pedirle que se relajara un poco.
La madrastra tenía un escote tan pronunciado que no podía dejar de mirarlo, aunque supiera que era inapropiado.
Corno foi muito gente boa e liberou sua esposa pro Pistolinha Anão comer, safada chupa rola e adora dar a bucetinha