La novia tomó el control de la situación, guiando a su pareja hacia el dormitorio y desatando una pasión desenfrenada que los consumiría por completo.
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La pechugona recepcionista del edificio lo hacía sonrojar cada vez que le preguntaba por su día, pero no podía evitar sentirse atraído por ella.
La hijastrastrastra de mi vecina me pidió ayuda con su tarea y terminamos compartiendo algo mucho más placentero en mi apartamento.