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El apartamento se convertía en un refugio donde dejaban a un lado inhibiciones y se entregaban a un placer desenfrenado.
Él nunca había estado interesado en su vecina mayor, hasta que la vio en bikini en la piscina del edificio.
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La colegiala más inteligente de la clase siempre se había sentido atraída por el chico más popular, y después de una noche de estudio, terminaron en su habitación.
En el apartamento, se miraron con una intensidad que dejaba claro que ninguno quería detenerse, deseando continuar hasta que ambos estuvieran completamente satisfechos.
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