La madre de su amiga, con su ternura y sensualidad, despertaba en él un deseo profundo que solo se saciaba en la intimidad del apartamento.
Después de un largo día de clases, mi colegiala vecina me invitó a su apartamento para relajarnos, pero terminamos tensando aún más la situación.
La estudiante de arte que conocí en la galería me invitó a su apartamento para ver su obra, pero terminamos creando una obra juntos.
La madre de su amiga, una mujer amiga y sensual, desataba en él una tormenta de emociones cada vez que compartían momentos a solas en el apartamento.